sábado, 6 de abril de 2013

El amor y algunas de sus formas, según la obra Memoria de mis Putas Tristes – Gabriel García Márquez

 

¿ES EL AMOR SIEMPRE EL MISMO SENTIMIENTO?

Por: Yiraulis Bermúdez / Carol Mesa / Diana Abril


imagen: libro memoria de mis putas tristes


¿Tiene el amor un significado universal?, es decir, ¿todas las personas lo conciben de la misma manera, lo entienden de igual forma?, ¿existen reglas preestablecidas para amar que todos debemos seguir?
Si buscamos en el diccionario de la RAE el significado de la palabra amor encontraremos alrededor de 14 o un par más de significados, refiriéndose no solamente al amor hacia una persona sino también al amor por un animal, cosa, etc. Esto nos da una idea acerca de lo complejo que puede llegar a ser intentar darle una explicación única y universal a este sentimiento. 
Gabriel García Márquez en su obra Memoria de mis putas tristes nos muestra a través de su personaje principal -un hombre de noventa años, periodista empírico y amante de las letras y la música clásica- que un solo hombre puede vivir y sentir esto que intentamos explicar cómo amor, de múltiples maneras y en diferentes momentos.

Una característica importante de nuestro nonagenario protagonista es quizás el hecho de que nunca pudo establecer un verdadero vínculo con ninguna mujer, cosa que reconoce cuando afirma:” Nunca me he acostado con ninguna mujer sin pagarle, y a las pocas que no eran del oficio las convencí por la razón o por la fuerza de que recibieran la plata aunque fuera para botarla en la basura”. Esto es un ejemplo claro de lo que buscamos explicar en un principio. Aunque no existe un sentimiento profundo como tal por una de aquellas mujeres dadoras de su deleite sexual, si podríamos hablar de un amor como tal por el oficio de aquellas en general, ya que él mismo también hace un aparte en el que confiesa que nunca se casó por culpa de las putas, es decir, nunca tuvo la voluntad, ni el deseo de alejarse de las casas de “amor pago”.

En contraste encontramos el único vínculo que con seguridad podemos decir que fue real, el amor por su madre a quien describe como:Florina de Dios Cargamentos, interprete notable de Mozart, poliglota y garibaldina, y la mujer más hermosa y de mejor talento que hubo nunca en la ciudad: mi madre”.      Era tanto el amor  y el aprecio por su madre que decidió transformar  a “Delgadina” en una mujer educada  y de buenos modales a la cual le leía libros y le ponía música de culto, la trato de cambiar para que tuviera cualidades y llegado al punto prendas de su madre que eran apreciadas  para él” le dejé en la almohada unos zarcillos de esmeraldas que fueron de mi madre”.

Al final de esta historia llena de amores pagados podríamos afirmar que al fin encontró el amor, uno que fuese de locura y de perfección, locura por cómo cambió sus hábitos y todo su ser y perfección porque encontró a una mujer que se dejo moldear en la forma en como él lo dispuso. Este libro nos aporta una serie de significados del amor atreves de la experiencia de un anciano que a lo largo de su vida ha probado y ha visto algunas de las facetas de ese sentimiento.